BIT.R.I.O.L.

BIT.R.I.O.L.

"El ciberespacio y el espacio mágico son constructos que se manifiestan puramente en la imaginación. Ambos espacios se constituyen enteramente por tu pensamiento y tus creencias."1

BIT.R.I.O.L. es una instalación de Realidad Aumentada y pieza sonora meditativa inspirada en la tradición alquímica y los ritos iniciáticos.

El título de la obra proviene de la sigla V.I.T.R.I.O.L. un término propio de la alquimia que alude a “Visita Interiora Terræ Rectificando Invenies Occultum Lapidem”, o en Español “Visita el centro de la Tierra y rectificando encontrarás la piedra oculta”

Retomando esta tradición alquímica, pero anclada en el SXXI y las prácticas de Tecnopaganismo, BIT.R.I.O.L. propone un espacio liminal esotérico de contemplación, reflexion y trascendencia.

A través de herramientas tecnológicas como los teléfonos móviles o tablets (nuestro mercurio y azufre) y de la egrégora que se genera en los espacios virtuales que habitamos en la red, se crea un templo virtualizado.

En Magic Squares and Future Beats, Genesis P-Orridge alude a la alquimia de la tecnología: “Burroughs, y Gysin, ambos me dijeron algo que resonó en mi hasta ahora. Ellos señalaban que los alquimistas siempre usaron el equipamiento y las matemáticas más modernas, la ciencia más precisa de su tiempo. En consecuencia, para practicar efectivamente la magia en tiempos contemporáneos uno debe valerse de las teorías y tecnologías más vanguardistas de la era”2

Por medio de un código QR ubicado en el espacio físico de la sala (a modo de códex o llave secreta) se accede a un portal de Realidad Aumentada, un espacio liminal mediado por un dispositivo móvil con conexión a internet que ubica al espectador en un entorno inmersivo, inmaterial, simbólico y contemplativo en 360 grados.

La pieza sonora que acompaña a la obra fue creada sintetizando de forma digital y analógica voces humanas, grabaciones electromagnéticas y grabaciones de campo, y en conjunto con las fragancias difundidas en el espacio acentúan el carácter sagrado e inmersivo de la obra y remiten a los mantras y cantos religiosos, y a los bálsamos e inciensos de los templos.

El espectador se ubica entonces en el rol del neófito, único recipiente y habitante de la obra. Su vivencia es iniciática y significa la experiencia. En esta suerte de cámara de reflexiones se encuentran elementos simbólicos no explicitados. La experiencia es vivencial y parte de un hallazgo, quien lo vive lo interpreta. Así como al hallar un cairn milenario, un petroglifo o un artefacto desconocido, el universo de referencias personales y la conciencia colectiva trabajan en la experiencia.

La tecnología como producto humano, ya indivisible de cualquier otra expresión, también tiene un rol en nuestra construcción espiritual. En su tercera ley Clarke afirma que “Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”3 El Metaverso, aunque inmaterial, no es un campo estéril y puede constituir la forma de acceso a experiencias trascendentales y nuevos modos de entender e interpretar nuestra relación con el cosmos y la interrelación entre todos los seres, las cosas y las fuerzas invisibles de la naturaleza.

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Instalación de Realidad Aumentada y pieza sonora meditativa. Leticia Almeida y Mathias Chumino 2022

Obra seleccionada en la convocatoria Impulso al Arte Digital y Electrónico del Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay. Espacio de Arte Contemporáneo / Muestra colectiva. Marzo-Junio, 2022